Llega el tiempo de torrijas con la Cuaresma. Mmm… nosotros somos unos adictos a este manjar que, aunque podría consumirse durante todo el año, guardamos especialmente para estos días.
Pero, ¿por qué comemos torrijas en Cuaresma? ¿Sabes de dónde proviene este dulce y cuántos siglos llevan comiéndose?
¿DESDE CUÁNDO HAY TORRIJAS?
En nuestra ruta guiada Los orígenes de la Semana Santa, la procedencia y uso de la torrija es uno de los temas que tocamos (además de adentrarnos en orígenes de costumbres tan variadas como el capirote, el costalero, los flagelantes, la Carrera Oficial, etc.)
Del origen de la torrija hay varias hipótesis, como por ejemplo que ya se hiciera en Al-Andalus, regando de miel este dulce como se hacía en aquel momento con muchos otros como los pestiños.
Sin embargo, es probable que ya en la época romana se comieran torrijas. Marcus Gauius Apicius, el más famoso gastrónomo romano de la antigüedad, trató acerca de este postre en su libro “De re coquinaria” en el siglo I d.C. La huella de este dulce se fue expandiendo y se consumió prácticamente en todo el Imperio Romano.
El nombre de este dulce vendría de la palabra «torrar» y esta a su vez del latín «torrere» que significa tostar. Otros nombres por los que se conoció a las torrijas fueron «tostadas» o «torrejas».
De hecho, aunque parece ser que en la Edad Media ya se consumían estos ricos bocados, el primer registro escrito que se tiene de la torrija es del siglo XV, cuando Juan del Encina documentó «miel y muchos huevos para hacer torrejas», usadas éstas como plato para que se recuperaran las mujeres que acababan de dar a luz. Las primeras recetas las encontramos en el Libro de Cozina de Domingo Hernández de Maceras de 1607.
Su uso como postre fue derivando en un consumo en época de Cuaresma, aunque siempre fue un dulce de barata producción con ingredientes de muy fácil acceso: pan, azúcar, miel y, ya según gustos, vino y canela.

De Tamorlan – Trabajo propio, CC BY-SA 3.0
¿POR QUÉ SE COMEN TORRIJAS EN CUARESMA?
En Cuaresma se dan dos factores que motivan el consumo de torrijas: el ayuno y el excedente de alimentos.
Aunque en los últimos años las Conferencias Episcopales han ido suavizando las normas de ayuno y abstinencia, años atrás desde el Miércoles de Ceniza al Viernes Santo había que ayunar, es decir, hacer una única comida principal al día. La abstinencia, por su parte, correspondía al acto de no comer carne los viernes de Cuaresma, el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.
Este ayuno habían de cumplirlo las personas entre los 7 y 59 años a excepción de embarazadas y enfermos. Como decimos, estas normas fueron relajándose con el paso de los años.
Al ayunar, sobraban alimentos, había excedentes como el pan y había que buscar utilidades para no desperdiciarlo. Con idea de reutilizar este pan duro se cocinan las torrijas, echando mano de ingredientes fáciles de conseguir como la leche o los huevos.
Unida a esta reutilización, otra de las finalidades del consumo de torrijas era la de aportar calorías al cuerpo en esos periodos de ayuno. Antiguamente se trabajaba exhaustivamente en campos y huertas y se permitía en Cuaresma la ingesta de pequeños bocados con un gran aporte calórico para rendir en las tareas diarias. De ahí que las torrijas y pestiños sean pequeños, para poder ser ingeridos fácilmente.

De El Pantera – Trabajo propio, CC BY-SA 3.0,
Para finalizar, ya que conoces el motivo del consumo de torrijas en Cuaresma y sabiendo que es un alimento bastante calórico, dejamos en tu conciencia la toma de decisión de cuántas torrijas te vas a comer en estos días. Sé prudente y que no te pueda la gula torrijera.
¡Que las disfrutes!
Algunas fuentes consultadas: Ya está el listo que todo lo sabe, Tierra de Sabor
Si quieres conocer curiosidades acerca del origen de nuestra Semana Santa, no te pierdas la ruta a pie que realizamos durante los fines de semana de Cuaresma: Los orígenes de la Semana Santa.
Tanto si eres muy cofrade como si te pica la curiosidad por ver de dónde viene nuestra tradición, acompáñanos a y descubre los secretos de esta fiesta.